martes, 11 de agosto de 2009

COLOR TÉ CON LECHE

Perdone, querido lector de blogs, mi ausencia de estos días...
Es que estuve muy ocupada recibiendo un regalito que llegó desde la casa de mi hermana.
Se llama Benjamín, y es un montón de ternura envuelta en pelos color té con leche.
Claro que no es el único montón de pelos que viven en casa, así que la adaptación no es tarea fácil: además de hacer pipí en cualquier parte -eso incluye el parquet del dormitorio, ayyy- pretende jugar con Mía, la malcriada de la "familia":
Que por supuesto le responde a puro arañazo, y con Julia, una lady, quien lo ignora olímpicamente:

El único que lo soporta con estóica resignación es Sancho, el patriarca, un santo varón, vea.

Comprenderán ahora en qué he estado entretenida estos días...
Mi "buhísmo" me salvó en las noches en que el pequeño Benjamín decidió jugar en vez de dormir, he perdido ya mis pantuflas preferidas en pos de su felicidad, y ¿saben qué? ¡No me importa!
Bienvenido a casa, Benja.

2 comentarios:

  1. Yo tengo a Rafles (perro) y a Trece (gato). Si llegan a andar adentro de la casa, así como andan los suyos, el que duerme afuera soy yo. Expulsado.

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  2. Una sola palabra para él: Momosho.

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