28 de marzo – 14 hs (en casa, acostada)
Oí las voces en mi cabeza:
“El trae…” (voz de hombre,
tranquila.)
“¡Tiene colores, tiene colores!”
(voz de mujer, entusiasmada)
29 de marzo – 01.30 aproximadamente
Distorsión ambiental del pasillo
del hospital (se volvió líquido)
10.30 hs – abriendo la puertita de
rejas de la casa de mamá.
Opresión en el pecho, vacío en el
estómago, vista nublada, sensación muy desagradable. 3 o 4 segundos.
01 de mayo – 06.26 hs.
Bajaban un bebé de una ambulancia en incubadora. Cuando le pregunté al chofer si iban a
Neonatología, si necesitaban que avisara, miré al bebé y SUPE que iba a morir.
Creo que SUPE que el bebé “pensaba” eso. SENTÍ el miedo del bebé, su
desorientación o algo así. Fue aterrador.
14 de mayo
Escuché (en mi cabeza) palabras
reiteradas, y no entendí su significado aunque eran claramente pronunciadas.
Dos palabras.
17 de mayo – 01.00 hs – hospital
Hoy estoy terrible. Empezó hace
media hora, en plena oficina, con Claudia y Aníbal. Un estallido de luz en el
cerebro, doloroso, agudo, seguido de una sensación de mareo, cuesta enfocar los
ojos y la conciencia. Se me revolvió el estómago, me cuesta escribir, casi no
veo. Salí a caminar por los pasillos, y frente al laboratorio, me detuve en la
ventana. Mi cabeza gira sola hacia la izquierda, por más fuerza que haga no la
puedo volver. Me hormiguean las manos, mucho calor, agitada. Hay algo conmigo,
SIENTO que quiere algo, me siento mal, tengo miedo.
Son las seis y veinte, estoy en la
garita. Anoto esto acá porque no sabía donde mas anotarlo. Hoy comprendí el
significado de la palabra “nausea”. No puedo precisar los horarios pero fue una
noche terrible. El mareo no me abandonó ni un instante, y la tendencia a girar
la cabeza a la izquierda me volvió loca. Me duele el cuello de hacer fuerza
para tenerla derecha. Perdí el equilibrio y el sentido de orientación y
ubicación muchas veces: me parecía estar en otro sitio, en un lugar vagamente
conocido, no me doy cuenta. Todo es muy confuso. Me da tanto miedo en esos
momentos que no puedo analizar nada. Una vez, durante un rondín, tuve la
sensación de estar envuelta en algo como gelatina tibia, pegajoso. Fue
asqueroso. Sentí que me transpiraba entera, y eso que hacía (hace) un frío
mortal. En otro rondín, sola por los pasillos, cerré los ojos por un mareo
fuerte, apenas había pasado la cocina. Creí que pestañeaba, pero cuando los
abrí estaba caminando casi por los consultorios, más de cien metros adelante.
No tengo conciencia del camino recorrido, si tenía o no los ojos abiertos, si
hablé con alguien.
Una
voz sonó en mi mente
Y
usando mi voz
Dijo
una plegaria perversa.
No lo puedo explicar de otra
manera. YO, con mi voz y mis palabras, rece en silencio: “Dios, dame tu paz y
no me desampares”. Entonces inmediatamente, involuntariamente, “mi voz” dijo
adentro mío otra plegaria: “Señor: haz
que sufra mucho antes de morir”. YO no le hablo así a Dios. Nunca le digo
“Señor”: le digo Dios, Jefe, Amigo, pero no Padre ni Señor. Y lo tuteo, yo
hubiera dicho “hacé” y no “haz”. Tengo mucho miedo.
10 de junio – 20 hs
Hoy tuve varios “golpecitos”. Antes
de hoy no hubo mucho que contar. Una vez la voz de mi cabeza pronuncio mi
nombre completo, con total claridad, un par de veces y nada más. Después, una
noche oí murmullos, como si muchas voces hicieran una plegaria, pero no entendí
ninguna palabra en particular. No sentí miedo ninguna de las dos veces. pero lo
de hoy fue un poco mas fuerte. En la camioneta, regresando de arenales, iba
pensando en cualquier cosa, mirando el paisaje por la ventanilla y de golpe,
por un segundo, el cielo estuvo abajo y el campo arriba. Inmediatamente sentí
calor, mucho calor. A ver: no como si la calefacción estuviera muy fuerte, sino
como si me quemara. Eso: no “calor” si no “ardor”. Me mire las manos y estaban
normales, pero sentía como se me ampollaba la piel, y como reventaban las
ampollas. Repito: el dolor, la sensación de quemarme fue muy real, muy dolorosa
y muy breve. Levanto la vista, y la fijo en una pequeña grieta que hay en el
parabrisas de la camioneta. Y la grieta se ramificó velozmente, en millones de
“arañas”, hasta que estalló en mil pedazos. Cosa que no ocurrió más que en mi
cabeza. Es la primera vez que “veo” cosas, más allá de sensaciones. ¿Cómo
termino el día? Con un remate. Se me hundió el pecho, como si me lo golpearan o
me lo apretaran de golpe, fuerte, y no pude respirar por un momento. Apoye la
mano derecha en la ventanilla, y el frío del vidrio me devolvió a la realidad,
y ya no paso mas nada. Creo que nadie más se dio cuenta, por suerte.
11 de junio
Creo que ya entendí el punto de
contacto. Son mis sensaciones. Lo que sea no entiende mi idioma, ni el
castellano ni el francés. Entiende las sensaciones. Y se trata de comunicar de
esa manera. Cuando pronunció mi nombre, intenté preguntar en voz alta quien era
y que quería, y solo volvió a pronunciar mi nombre. Pregunté “¿estás muerto?” y
se “cortó” la comunicación. Hoy hice otro experimento. Oí palabras, (estaba
sentada escuchando música) entonces cerré los ojos, me relajé y traté de no
pensar en palabras. Me resulta muy difícil, de verdad, “pensar” mis
sensaciones. Percibí primero una profunda tristeza, un sentimiento de soledad,
que reconocí como propias. Y después sentí la presencia fuerte de algo, una
sensación muy real, de algo inquietante, asustado. No era YO, no sentí miedo
esta vez, sino curiosidad. Necesidad de ampliar ese contacto, necesidad de saber.
Me quede ahí, tratando de no pensar, si no de sentir. Y sentí. Sentí que me
“estudiaban” por dentro, como “revolviendo” mi cabeza, como buscando algo. Me
dejé conocer, hasta que sentí que una mano, si, una mano humana, tibia, me
tocaba la pierna izquierda cerca de la rodilla. Me sobresalté y abrí los ojos,
pensando que habría llegado alguien (mamá o Dani)) y al verme así me habrían
tocado par ver que me pasaba. No había nadie. La música había terminado y
había pasado más de media hora. Para mi fue un minuto. Fue increíble. No creo
tener TANTA imaginación, y no creo estar lo suficientemente loca para inventar
estas sensaciones. Ahora estoy segura de que algo intenta comunicarse conmigo.
Ojala lo logremos.
11 de enero
Hace dos meses terminé una larga
serie de estudios neurológicos. Me diagnosticaron epilepsia. Me medicaron. Se
terminó… lástima.