lunes, 22 de junio de 2009

Meras observaciones (o las preguntas que me hace todo el mundo)

Algo que "todo el mundo" me pregunta es:

- Si entendés la vida como una mera sucesión de instantes, ¿que sentido tiene planear un futuro?

En primer lugar, yo no “entiendo” la vida. Deje de intentar entenderla cuando me di cuenta que lo mejor es vivirla. En segundo lugar, tampoco la considero una “mera” sucesión de instantes, si no una “maravillosa” sucesión de instantes.

Ahora: pará. Si, dejá de hacer lo que estas haciendo. Pará y mirá. ¿Qué ves?

Bueno, eso que ves es la vida, no le des más vueltas. Ahora, podés estar mirando un chico muerto de hambre. Y si, eso es la vida. Al lado puede haber una pareja de enamorados. Eso también es la vida.

Pero lo importante acá es TU vida, MI vida, y no LA vida. La vida es como es. El mundo es como es. Ahora que paraste y miraste, pensá: lo importante es lo que ves vos, y como reaccionás vos ante eso que ves que es la vida…

Cada instante es único e irrepetible. Ahá: entonces, pensá bien que vas a hacer con cada uno de tus instantes. Porque no vuelven, y no se pueden cambiar. Una vez vividos, determinan el instante siguiente. Y así por los siglos de los siglos…

Quiero decir que permanentemente estamos tomando decisiones, a cada paso estamos delineando un futuro. Planearlo es muy difícil. Hacer un plan y seguirlo al pie de la letra es una carga muy grande, es quitarnos la libertad de elegir a cada paso, de cambiar de idea, en fin: de crecer. Hoy puedo descubrir que ayer estaba equivocada: ¿Por qué no cambiar el rumbo? Porque hay un plan, porque el destino esta escrito, porque debo ser lo que papa/mama/marido/maestros/dios quieren que sea… Me parece muy cruel.

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